¿Cómo ha cambiado nuestra forma de alimentarnos?
Nuestra forma de alimentarnos, en estos últimos dos años, ha cambiado y lo seguirá haciendo en los próximos años, esto como efecto secundario de la pandemia.
Con esta crisis mundial que hemos vivido con la pandemia, hemos tenido la oportunidad de sentarnos y pensar en nuestras prioridades. Una de esas cosas es nuestra alimentación, tomando decisiones que pueden tener un impacto positivo en nuestra salud. Hemos visto que la preocupación de cocinar y preparar comida sana ha ido creciendo y tenemos una mayor conciencia de lo que consumimos.
A medida que las personas se han ido adaptando a la nueva situación, buscan pequeñas formas de mejorar su día a día, optando por:
- Alimentos más saludables y sostenibles.
El interés por los probióticos, los llamados «superalimentos» y los ingredientes 100% vegetales serán lo más demandado, por tratarse de ingredientes que pueden fortalecer el sistema inmunológico y promover el cuidado del planeta.
Destacamos también que este último tiempo en Chile ha habido una migración del consumo de carnes rojas a otro tipo de proteínas como la de pescados y marismos o a proteínas vegetales como las leguminosas y frutos secos.
En pocas palabras nos hemos readaptado con las nuevas tendencias del consumo de productos saludables.
- Estar en espacios acogedores y cómodos.
Queremos disfrutar de desayunos tranquilos, sopas relajantes, almuerzos con la familia etc. Las personas están cocinando más y redescubriendo sus propias despensas, dando una nueva vida a las “sobras” del día anterior y cultivando sus propios productos (huertos caseros). Por lo que tener un espacio cómodo para cocinar y para comer se ha vuelto muy importante.
- Gastronomía domicilio
La poca movilidad y en muchas ocasiones el cierre de locales para atención masiva a público, limitó no solo la compra de productos de todo tipo, sino también el poder disfrutar de una rica comida en un restaurant. Es por esto que los pedidos a domicilios aumentaron muchísimo su demanda, dando solución a muchos de tener la disponibilidad de productos alimenticios como de platos preparados en la puerta de su casa, pasando a ser este servicio de una “novedad” a una necesidad y hasta un hábito.